Ante
todo, perdonad por el yo delante del título de este blog. Cometo una falta
gramatical grave pero es la mejor manera de explicar que antes de todo era solo
yo: yo y mis zapatos, yo y mis vestiditos negros, yo y mis millones de
carteras...
Después
de estudiar Periodismo y dedicar varios años a ser una intrépida reportera (Sin
bajarme de mis tacones, eso sí), el destino quiso que recayera en el mundo de
la moda. Y ahí estaba yo, con todo el tiempo del mundo para rebuscar en los
mejores mercadillos de las firmas, para empaparme de los mejores desfiles y,
por supuesto, con la energía suficiente para apuntarme a las fiestas más cool
de la capital.
Y,
después, llegaron ellas. Mis dos hijas. Dos personitas sin las que ahora mismo
no concibo mi vida: Alicia, de dos añitos, y Olivia que acaba de cumplir dos
espléndidos mesecitos.
Imaginaos
lo que ha cambiado mi vida en tan sólo dos años. He pasado de ser una
fashionista todoterreno a cambiar pañales, limpiar moquetes, dar biberones y
conocer todos los trucos del planeta para conseguir que un niño se coma un
plato de verduras.
El
pasado jueves por la noche, mientras cambiaba los últimos pañales del día, un
compañero del mundillo fashionista me llamó.
-Lo
siento, querida, pero TIENES que venir a la fiesta de esta noche.
-IM-PO-SI-BLE, le
contesté mientras me miraba el pelo en el espejo y las marcadas ojeras de mi
rostro.
-No, no, no me has
entendido. TIENES que venir sí o sí, si no quieres pasar al olvido, al
ostracismo social más absoluto. Todo el mundo estará allí. Y, ¿sabes? a la
gente no le importara que acabes de ser mamá o que haga varias semanas que no
te depilas. Ven a la fiesta y ven estupenda. Quedamos allí en una hora.
¿Y qué fue lo que pasó? Pues
eso. Allí estaba yo, en menos de una hora, sin ojeras, con el pelo decente,
encaramada a unos tacones kilométricos y luciendo un vestido de nueva
temporada. ¿Misión imposible? Casi. De hecho, lo de Miranda Kerr por ejemplo no
me lo creo. ¿Siempre tan estupenda con un bebé tan pequeño en casa? No me lo
creo.
Pero el tiempo me ha
enseñado ciertos truquillos para ir sobreviviendo en este mundo que espero ir
compartiendo con vosotras. Eso y mil cosas más: Mis gustos estilísticos, los
mejores trucos de pasarela, la ropa más chic para vestir a mis chicas y las
anécdotas que "sufres" con dos niñas en casa.
Espero que, como yo,
paséis un buen rato cada vez que os asoméis a este blog. ¡Adelante, por favor! Bienvenidas
a mi mundo.
¿Y cómo consigues hacer desaparecer las ojeras? Yo necesito al menos una semana en la playa.
ResponderEliminar