jueves, 29 de marzo de 2012

Una prenda, 3 tallas: El pantalón arena


Como creo que les pasa a todas las mamás, una termina vistiendo a sus hijas según sus propios gustos estilísticos. Así que tanto Alicia como Olivia terminan teniendo en su armario algunas prendas como las mías.
Es el caso del pantalón arena, por ejemplo.
Yo tengo el mío desde hace al menos tres años. Llega el calorcito y ya me lo estoy poniendo con todo. Para el parque, con camiseta de rayas y bailarinas. Para el trabajo, con tacones y camisa. Es una auténtica prenda todoterreno.
Pues bien, mis dos hijas también tienen ya los suyos (Los tenéis ahí, en la imagen de arriba). El de Alicia me encanta. Ella va ideal y comodísima con ellos. Y hago lo mismo que conmigo. En versión sport se lo pongo con camisetas, pero si quiero arreglarla un poco más, los combino con bailarinas (Os tengo que enseñar las que tiene, que son monísimas) y con alguna camisa.
Y, por supuesto, no me puedo olvidar de los de Olivia. Se los compré más que nada por comodidad. Para viajes en coche y días un poco ajetreados de la primavera. Irá más cómoda con sus pantaloncitos que con algún vestido. En breve, prometo foto de ambas luciendo esta prenda.

domingo, 25 de marzo de 2012

Mis nuevos mejores amigos

Una de las cosas que más me gusta, con la llegada del buen tiempo, es ponerme zapatos más escotados y sin los molestos calcetines (que, por cierto, odio).
Así que para celebrar la primavera me he decidido a comprar dos pares nuevos de zapatos que estoy segura no me voy a quitar.
Los primeros en llegar han sido unas bailarinas doradas, la mar de cómodas, y que van bien con todo, además de valer para las 24 horas del día. Me encantan.
Después, me he decidido por estos salones en color crudo. Aunque no me los pondré mucho en primavera (en la baja maternal no hay muchas oportunidades de llevar tacones), son un estupendo fondo de armario, así que no he querido renunciar a ellos. ¿Qué os parecen?



lunes, 19 de marzo de 2012

Esperando el día D

Ya queda menos para el bautizo de la pequeña Olivia. Como en todas las familias, será un día muy especial para todos y quiero que Alicia esté monísima.
Suelo huir de los vestiditos llenos de encajes y lazos. Y como me apetecía para Alice algo sencillo pero ideal he sucumbido a este vestidito de Zara, con lunares y con el cuello peter pan. Quedará monísimo con bailarinas y una chaquetita corta...



sábado, 17 de marzo de 2012

De mamás con bolsos de Prada y bailarinas de Ferragamo


Hay mamás a las que envidio muchísimo. Les hace falta apenas un par de días para conocer a todos los niños del parque por su nombre, saber quiénes son sus respectivas mamás, dónde viven y qué les gusta merendar. Y eso es trampa. Siempre me terminan cogiendo por sorpresa.
La otra tarde, llego al parque y una mamá me ataca por sorpresa. "Ayer bajó mi marido solo con el niño y cuando, al volver a casa, me dijo que había estado jugando con una niña ideal enseguida supe que era Alicia", me comenta.
Maldita sea, pienso para mí, me han vuelto a pillar. Miro al hijo de la chica en cuestión y ni idea de cómo se llama. De hecho, la mamá en cuestión me parece sonar, pero tampoco la ubico mucho. Solución de emergencia, sonreir. Sonreir mucho. Y devolver el cumplido de una forma vaga: Ya, es que tu hijo es super bueno. A Alicia le encanta jugar con él. (Ni idea si es verdad o no).
Así que así ando. En un sobresalto continuo. Porque, a ver, fijarme en las mamás, me fijo. Hay una ideal con un bolso de Prada que me vuelve loca (El bolso, no la mamá). Y otra que lleva unas bailarinas de Ferragamo en un color azul oscuro ideales. Para que luego digan. Ahora, fijarme en todas las mamás imposible. Y más si no tienen nada destacado en su outfit.
Debe ser deformación profesional.
Desde aquí hago propósito de enmienda. Hoy mismo me llevo una libreta y un boli al parque y me pongo a aprenderme nombres de mamás y de niños. Que no me vuelvan a pillar en un renuncio...

martes, 13 de marzo de 2012

Y, de nuevo ellas, las rayas

Aunque juré que nunca lo haría, me prometí a mí misma que aunque tuviera dos hijas o dos hijos jamás les vestiría igual, confieso que la tentación es grande, grande. Grandísima. Enorme. XL.
Y, vale, aunque no lo haga siempre, de vez en cuando Alicia y Olivia irán vestidas a la par. No me digais que no es mono. Siempre, siempre, cansa, pero de vez en cuando... De vez en cuando sí que compartirán alguna prenda.
Es el caso de estas camisetas, de rayas y de Kitty (así cumplen 2 must de este casa). Nos las han traído los abuelos de Francia y con esta primavera adelantada van a estrenarlas mañana mismo.
Van a estar ideales...

lunes, 12 de marzo de 2012

Esto también te viste

No soy muy beauty-victim que digamos. Me gustan las cremitas y el maquillaje pero no tengo paciencia para usar los productos todos los días con constancia. Y para maquillarme ya no digamos. Un poco de base, un poco de colorete, brillo de labios y listo.
Lo que sí que me encanta y he aprendido a valorar con los años es el perfume. Porque soy de las que piensan que el perfume que llevas es un accesorio más de tu outfit y porque cada circunstancia tiene un olor. Por ejemplo, mi baja maternal huele a CK One. No existe un olor más fresquito y más especial que este porque simplemente huele a limpio.
Pero en mi armarito del cuarto de baño puedes encontrar muchos más perfumes.

Jean Paul Gaultier para mis noches más especiales, Prada Candy si he quedado con mis amigas, Balenciaga o Oh Lola de Marc Jacobs para ir al trabajo. Y si llevo un estilismo algo más masculino, me quedo con Gaultier 2. Y, cada cierto, tiempo voy cambiando.
Menos a Gaultier, en cuestión de perfumes no le soy fiel a nadie.
Y, claro, si esto es para mí, para mis hijas más de lo mismo. No salen a la calle sin un olor especial. Ahora he descubierto las fragancias de Suavinex y me encantan. La de diario, más fresquita, y La petite chic para ocasiones más especiales. Me encanta como huelen...



domingo, 11 de marzo de 2012

No, no es amor, lo que tu tienes, se llama obsesión

Los que me conocen y han visto ya mi armario, saben que tengo una verdadera obsesión por los zapatos. Me requetechiflan. Me pirran. ¿Tengo un día malo? Si me lo puedo permitir, me compro un par nuevo y listo. ¿Me preguntan qué quiero por mi cumple o por Navidad? También lo tengo claro, pido unos salones especiales de alguna firma francesa o italiana y soy la mujer más feliz del mundo.
Pues lo peor no es eso. Lo peor es que las adicciones, por lo visto, son genéticas. Tal y como lo oís. Si vamos a alguna zapatería, mi hija se pirra tocándolo todo. No da un ruidito. Pero tengo más pruebas. Le pregunto: Alice, ¿qué cuento te pongo en el DVD? (Imprescindible para que cene en condiciones y tranquilita en su silla). Respuesta de mi hija: "El del zapato, mamá" (Osease, Cenicienta).
Ahí lo tenéis. Una que va a ser tan adicta como su madre. Qué le vamos a hacer. Cuando se funda mi pensión en zapatos, por lo menos sabré que eso es una prueba más de que no me la cambiaron en el hospital. :-)



jueves, 8 de marzo de 2012

Sola frente al peligro

Llevo unos días sin actualizar. Sorry. Pero me ha pasado lo peor que le puede pasar a una mamá. Y, como decían en Sexo en Nueva York, no se trata de que tu chico se vaya con otra sino de que la canguro se vaya. Se trata de algo temporal, menos mal. Ese ángel caído del cielo que cuida de mis niñas con tanto amor como lo puedo hacer yo (Y mucha más paciencia) ha tenido un problema de salud. Y aunque se pondrá bien, necesita unas semanas de reposo para volver con energías renovadas.
Así que aquí estamos las tres. De hecho, los cuatro, si cuento a Goku. Solos, desamparados y corriendo de un lado a otro para que la comida esté preparada, los bibes sean a la hora debida y haya algo de ropa limpia en el armario que poder ponerse. No os imaginais el caos. Menos mal que es algo temporal y que estoy segura de que saldremos adelante.
De momento, os dejo con las primeras compritas de primavera de Alicia. El fin de semana pasado, aprovechando la visita de la abuela, dimos un paseo "casual" delante de Zara y esto fue lo que cayó. Sí, de nuevo short. Pero es que ella está tan cómoda (y mona) con esta prenda que no pienso dejar de ponérselos.